jueves, 26 de agosto de 2010

Rosario 2010 - Crónica del Viaje

Y SE ABRIO EL CIELO ROSARINO...

Espectacular. Inolvidable. Sensacional. Redondo. Completo. Excelente. Soñado.

Los adjetivos se multiplican a la hora de tratar de definir y resumir lo que fue este viaje a Rosario, el primero del Perry Sexta al exterior del país.


El éxito de la excursión fue total. Cuesta encontrar un punto o un aspecto negativo. La diversión fue completa y constante. Desde el viaje de ida, partiendo del Obelsico a las 12 de la noche, con unos cuantos litros de whisky y de ron, con la cumbia al mango, con las canciones del Perry coreadas por jugadores y allegados. Recien al entrar a Argentina, algunos pudieron dormir. Otros no, porque tuvieron que escuchar una larguisima e insólita charla de Lombide y sus Secuaces sobre el beach voley en Las Flores.

Finalemente se llegó a Rosario a las 10 de la mañana del viernes. Se ocupó el hotel y comenzaron las recorridas. Un grupo mayoritario por un lado. Una selecta minoría por otro, que se encargó de conversar con cuanta mina pasaba, y que incluso tuvo problemas con algun masculino, por preguntar donde estaba ubicada una popular casa de citas.

Tras recorrer la hermosa ciudad de Rosario toda la tarde, de noche fuimos a la cancha de Newell´s a ver el partido entre el local y Tigre (2 - 0). Luego se volvió al hotel y de noche hubo salida a los boliches, habiéndose dividido el grupo entre los que fueron a Madame y los que fueron a Loft, ambos muy buenos. Algunos incluso fueron a algunos After Hour. Todo lo cual determinó que la noche terminara tardísimo, por lo que, a la mañana siguiente, no todos se levantaran para jugar el primer partido.

El sabado arrancó el campeonato. En el debut, se ganó 2 a 1 de atrás a Montero. El rusito se hizo un gol en contra al minuto, pero lo empató Nacho V. y lo desniveló Gonza Rod. Para la tarde, ya con el plantel completo, el equipo dio una muestra de futbol notable contra St Brendans de Bs. As. ganandole 3 a 0, con 2 goles de un Walter imparable y otro de Andresito.

A la tardecita fuimos a la Costanera, pasando un momento excelente ahí. También fuimos al "Monumento al Meo" (así rebautizó el Fede al Monumento a Olmedo). Y luego, en la noche , nueva salida. La mayoría a Lotus, un boliche impresionante, y otros a Madame, que también explotaba. Otra vez la noche se fue larga, muy larga, pegándose con la hora de check out del hotel y con el partido de la mañana del domingo.

El domingo de mañana tuvo lugar lo mejor del viaje. El Perry se presentó totalmente ebrio y sin dormir ante CUBA de Bs. As., con una formación experimental, y con una hinchada que no paró de tomar cerveza, gritar y cantar, al principio a favor, pero luego en contra de los jugadores, dado lo mal que se estaba jugando. Los cánticos y las puteadas fueron espectaculares (todo en tono de joda, claro): "Jugadores, la con... de su madre, por culpa de la noche, no le ganan a nadie!"). Atajo Gonza Rod, Harispe entró de 9, y jugaron varios allegados. Se perdió 3 a 0, pero de todos modos ya estabamos clasificados a 4os de final.

De tarde, nos tocó enfrentar al local Jockey Club de Rosario. El panorama era negro, el equipo estaba extenuado. Con todo, se hizo una presentación por demás digna. Estuvimos a un minuto de forzar los penales ante un gran equipo -que luego sería campeón-, pero en la hora nos clavaron el 1 a 0 y fue el final. El Perry ganó su grupo y terminó 5º entre 18. Fue el 2º mejor equipo uruguayo de los 9 o 10 que jugaron. Una muy buena campaña, y eso que lo deportivo nunca fue prioridad en este viaje.

En resumen, una experiencia totalmente inolvidable, que seguramente habrá que repetir, sea a Rosario o a otro lado. Una vez más quedó claro que el grupo humano del Perry es maravilloso. Y todos los acompañantes extra Perry se acoplaron al grupo perfectamente.

Para el final, el reconocimiento al gran gestor y organizador del viaje, el Caballo Roldán, que dejó la vida en la organización del viaje, habiendo salido todo mas que bien.


Como dice la nueva canción: "Nada se compara con este sentimiento".




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